Wednesday, March 20, 2013

República Dominicana arriba...¡Campeón Mundial!

Por Sadiel Lebrón
Miembro ACD-NY

Nueva York.- El martes, 19 de marzo del 2013 será recordado como el día que República Dominicana hizo historia en la corta vida del Clásico Mundial de Béisbol.. Ese día, la escuadra nacional quisqueyana hizo lo que nunca nadie ha hecho en el campeonato organizado por Grandes Ligas: ganar el Clásico, el tercero, de manera invicta.

No pudo hacerlo Japón en los dos Clásicos anteriores, los cuales ganó. Tampoco el poderoso Estados Unidos. ¡Nadie!.

Los jugadores dominicanos celebran con la señal de la flecha,.
República Dominicana, dirigida por Tony Peña, venció a su similar de Puerto Rico con pizarra de 3-0, para de esa manera ganar el elusivo trofeo del Clásico Mundial sin presentar, en el papel, a sus más notables figuras de Grandes Ligas, pero con un roster llenos de jugadores capaces encabezados por el segunda base Robinson Canó.

La escuadra, bautizada "Plátano Power", sencillamente fue demasiado para los equipos a los que enfrentó, incluyendo tres veces a la de la Isla del Encanto, que no pudo ni siquiera anotarle carrera alguna en dos partidos seguidos -semifinal-.

Robinson Canó y su padre José Canó.
Una salida sin desperdicios del joven Samuel Deduno de cinco entradas de dos y hits y sin carreras, le dieron paso al punto fuerte del equipo, el relevo, que volvió a demostrar su destreza dejando en blanco al oponente vigésimo segundo inning seguido.. Octavio Dotel, Pedro Stropp, Alexis Casilla y "La Flecha", Fernando Rodney, se encargaron de concretar el buen accionar del abridor de los Mellizos de Minnesota.

Rodney, de paso, salvó su séptimo salvamento del certamen, líder absoluto en ese encasillado. Y es que el estelar de los Rays de Tampa Bay, demostró el por qué es el mejor relevista de la Liga Americana, poniendo fuera en la novena entrada a todo equipo al que enfrentó, incluyendo las tres veces ante los boricuas, que sencillamente no encontraron la forma de descifrarle la bola al nativo de Samaná.

En la ofensiva, todos, desde José Reyes (.314), Erick Aybar (.333) hasta Miguel Tejada (.316) hizo su aporte a la causa del triunfo, pero quien realmente sacó la cara durante los ocho partidos fue Canó, quien terminó con un astronómico promedio de .469, con 15 imparables (marca del certamen), entre ellos 4 dobles y dos jonrones, además de 6 carreras producidas.

En definitiva, Repúblcia Dominicana espantó sus fantasmas, especialmente las dos derrotas ante una sorprendente Holanda en 2009,  y a quien eliminó en semifinales, y pudo demostrarle al mundo que hoy por hoy el país es por mucho el mejor del negocio. Este triunfo así lo demuestra.