Por Sadiel Lebrón
Miembro ACD-NY
Nueva York.-Fueron 134 duros lanzamientos que tuvo que realizar Johan Santana para entrar en los anales de la historia de los Mets de Nueva York, pero lo que logró no tiene comparación para el lanzador zurdo. No su primer premio Cy Young, ni su segundo. El juego sin hit que lanzó la noche del viernes 1 de junio ante los Cardenales de San Luis, y en el Citi Field, ha sido para él lo más grande que ha pasado en su carrera, una carrera que ha estado marcada por éxitos, y por qué no, en los últimos anos por mucho dolor.
“Pero estoy muy contento y orgulloso porque sé que Venezuela lo disfrutó, y sé que en el año 2004 cuando se ganó el primer Cy Young fue algo gratificante, todo Venezuela lo celebró, y bueno, pues anoche (viernes) volvemos a hacer historia y me siento muy contento porque todo salió bien”.
Una historia que tal vez no pueda repetirse, pero que sucedió en medio de un renacer de la franquicia, Y para el venezolano, como un guerrero, casarse con esa difícil gloria el cansancio no pasó por su mente, por eso dio el plus para darle la alegría a los seguidores de la novena de Queens.
“Cuando estás en esa situación el cansancio es irrelevante, yo creo que eso pasa a un segundo plano. Cuando uno está en esa situación uno lo que quiere es hacer los outs lo más rápido posible. Había situaciones donde lanzaba un buen pitcheo y de repente lanzaba tres pitcheos malos, y parecía como una montaña rusa, pero al mismo tiempo siempre consiguiendo el pitcheo que se necesitaba y creo que después de ese sexto inning las cosas comenzaron a estar más cerca y de allí, pues tratar de tratar de hacer el pitcheo correcto y dejar que mis compañeros hicieran las jugadas”.
Jugadas como la del novato Mike Baxter, que atrapo de carambola chocando con el paredón del jardín izquierdo un batazo del receptor de los Cardenales Yadier Molina para salvarle la noche.
Sobre esta jugada, Johan dijo que no se asustó por lo cerca que estuvo el batazo de caer en zona buena, pero que estuvo atento a la jugada.
“No, imagínate, si de asustarte, yo no que me asuste, creo lo que tú tienes que estar siempre en el tope de tu juego y concentrado en las cosas que estás haciendo. Si sabes lo que estás haciendo y lo haces de buena manera y ejecutas, no deberías tener ningún problema. Ahora bien, de la manera que se llevó todo, pues las emociones y todo lo demás, fue bastante bueno”, apostilló el lanzador de 33 años y oriundo de Tovar, Mérida.
Fue el segundo juego completo consecutivo por blanqueada de Johan, luego del 9-0 que le propinó a los Padres de Sandiego el pasado 26 de junio, por lo que posiblemente el dirigente Terry Collins le dé un día extra de descanso. Sobre este punto, Johan dijo que lo tomará como diga el equipo.
“Yo me siento bien. Pero el cuerpo técnico sabrá qué hacer, ellos van hacer lo que es mejor para mi, y yo me acato a eso. Si Terry (Collins) piensa que necesito un día extra pues lo tomo. Un día extra no cae mal. Pero me siento bien”.
Con el triunfo por vía del juego sin hit, Santana puso su marca en la temporada en 3-2 con 2.38 de efectividad y 68 ponches.
Miembro ACD-NY
Nueva York.-Fueron 134 duros lanzamientos que tuvo que realizar Johan Santana para entrar en los anales de la historia de los Mets de Nueva York, pero lo que logró no tiene comparación para el lanzador zurdo. No su primer premio Cy Young, ni su segundo. El juego sin hit que lanzó la noche del viernes 1 de junio ante los Cardenales de San Luis, y en el Citi Field, ha sido para él lo más grande que ha pasado en su carrera, una carrera que ha estado marcada por éxitos, y por qué no, en los últimos anos por mucho dolor.
“Es especial. Bastante contento porque al final tengo la oportunidad, pues, de lanzar y no hitter, algo que uno de verdad nunca se prepara o mentaliza para hacerlo; uno simplemente trata de hacer su trabajo, de hacer un out a la vez y a medida que el juego va pasando se van dando las cosas”, dijo Santana un día después de lograr la hazaña.
Y es que Santana, tras un 2011 perdido por una operación en el hombro izquierdo y meses de intensa rehabilitación, se convirtió en el primer lanzador de los Mets en completar la distancia de los nueve innings sin permitir que bateador alguno le batee de imparable. Ni siquiera el gran Tom Seaver, que estuvo tres veces de lograrlo en la novena entrada, pudo hacerlo. Johan sí, y eso, por su puesto significa una alegría después de tiempos oscuros.
“Pero estoy muy contento y orgulloso porque sé que Venezuela lo disfrutó, y sé que en el año 2004 cuando se ganó el primer Cy Young fue algo gratificante, todo Venezuela lo celebró, y bueno, pues anoche (viernes) volvemos a hacer historia y me siento muy contento porque todo salió bien”.
Una historia que tal vez no pueda repetirse, pero que sucedió en medio de un renacer de la franquicia, Y para el venezolano, como un guerrero, casarse con esa difícil gloria el cansancio no pasó por su mente, por eso dio el plus para darle la alegría a los seguidores de la novena de Queens.
“Cuando estás en esa situación el cansancio es irrelevante, yo creo que eso pasa a un segundo plano. Cuando uno está en esa situación uno lo que quiere es hacer los outs lo más rápido posible. Había situaciones donde lanzaba un buen pitcheo y de repente lanzaba tres pitcheos malos, y parecía como una montaña rusa, pero al mismo tiempo siempre consiguiendo el pitcheo que se necesitaba y creo que después de ese sexto inning las cosas comenzaron a estar más cerca y de allí, pues tratar de tratar de hacer el pitcheo correcto y dejar que mis compañeros hicieran las jugadas”.
Jugadas como la del novato Mike Baxter, que atrapo de carambola chocando con el paredón del jardín izquierdo un batazo del receptor de los Cardenales Yadier Molina para salvarle la noche.
Sobre esta jugada, Johan dijo que no se asustó por lo cerca que estuvo el batazo de caer en zona buena, pero que estuvo atento a la jugada.
“No, imagínate, si de asustarte, yo no que me asuste, creo lo que tú tienes que estar siempre en el tope de tu juego y concentrado en las cosas que estás haciendo. Si sabes lo que estás haciendo y lo haces de buena manera y ejecutas, no deberías tener ningún problema. Ahora bien, de la manera que se llevó todo, pues las emociones y todo lo demás, fue bastante bueno”, apostilló el lanzador de 33 años y oriundo de Tovar, Mérida.
Fue el segundo juego completo consecutivo por blanqueada de Johan, luego del 9-0 que le propinó a los Padres de Sandiego el pasado 26 de junio, por lo que posiblemente el dirigente Terry Collins le dé un día extra de descanso. Sobre este punto, Johan dijo que lo tomará como diga el equipo.
“Yo me siento bien. Pero el cuerpo técnico sabrá qué hacer, ellos van hacer lo que es mejor para mi, y yo me acato a eso. Si Terry (Collins) piensa que necesito un día extra pues lo tomo. Un día extra no cae mal. Pero me siento bien”.
Con el triunfo por vía del juego sin hit, Santana puso su marca en la temporada en 3-2 con 2.38 de efectividad y 68 ponches.
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