Torneos de Verano, tercera parte

Por Rafael V. Peña
Miembro ACDNY





El hombre mediocre es como el perro del hortelano: Ni progresa, ni deja progresar.

En la primavera de 1952, se inició el segundo de los cuatro torneos de verano, perteneciente a los que muchos titulan la “Época Romántica” del beisbol profesional dominicano.En la primera de las dos rondas, Åguilas Cibaeñas y Leones del Escogido, terminaron en un virtual empate con marcas de 18 – 9. Licey, con record de 16 – 11, se llevó la segunda vuelta.

Nuevamente el Escogido se fue a un playoff de tres juegos esta vez contra los cibaeños, y nuevamente, Escogido perdió la oportunidad de ir a la Serie Final, al ser eliminado en los primeros dos partidos. El derecho sepia norteamericano Terris McDuffie, veterano de las ligas cubana, puertorriqueña y de color de los Estados Unidos, fue el lanzador ganador de ambos encuentros, terminando la temporada con record de 14-3.

Las Åguilas, que no cambiaron su personal durante toda la temporada, fueron dirigidas por el cubano Rodolfo Fernández, quien había actuado en el campeonato de 1937, con los campeones Dragones de Ciudad Trujillo, compilando marca de 4 ganados y cinco perdidos.Aunque los Leones del Escogido terminaron con 31-21, el mejor record de la liga durante la temporada regular, no pudieron clasificar para la Serie Final, que se efectuó entre Åguilas y Tigres, la primera de 19 que han jugado ambos conjuntos.

Dicha serie, que se fue al máximo de siete emocionantes partidos, terminó a finales de septiembre, cuando el conjunto allende La Cumbre, apoyado en la ofensiva de Fernando Bueno, Guillermo ( El Catarey ) Estrella, Tiant Tineo, el venezolano Guillermo Vento y el cubano Alejandro Crespo (El Villanazo), y el pitcheo del zurdo Tomás Gómez Checo, el venezolano Emilio Cueche ( El Indio ) y McDuffie, derrotó a los Tigres y al derecho boricua Rubén Gómez ( El Loco Divino ) en el último partido de la serie, celebrado en el estadio de la escuela normal Presidente Trujillo, de la capital dominicana.

Dos años después, Gómez formó parte del elenco de lanzadores que dieron la Serie Mundial a los Gigantes de Nueva York.

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Vicente Carpato
Informes periodísticos recientes dan cuenta del fallecimiento de Vicente Scarpatte, popular receptor santiaguero quien actuó con los Leones del Escogido y las Åguilas Cibaeñas a principios de los años 50.

En 1951, actuando con los Leones del Escogido, terminó tercero entre los mejores bateadores, detrás de Luis Villodas y Tetelo Vargas.Scarpatte se inició aparentemente en la pelota fuerte de Santiago, en noviembre de 1942, vistiendo la franela de los Licoreros del Cognac Jorge, en el torneo “Presidente Trujillo”, en el cual también participaron los clubes Bermúdez 1852 y Ron Escudo de La Vega Real.

En ese entonces se conocía como Vicente Carpato y así lo hace constar la descripción del partido del 29 de noviembre, en La Nación del día siguiente, en el cual Carpato disparó sencillo con los sacos llenos contra los envíos del derecho Andrés Julio Báez ( Grillo B ), del Bermúdez, empujador de las únicas dos carreras de su equipo.Terminado este torneo y el legendario “V de la Victoria”, ganado gallardamente por las Åguilas de Santiago, la mayoría de los participantes se trasladaron al Campo Municipal de Ciudad Nueva de la capital dominicana, donde se inician los famosos torneos semi –pro entre los clásicos equipos Ron Nika, Arcángeles del San Rafael y los Brewers del Presidente.

Vicente no participó en estos torneos. Sin embargo, Carpato participa en el campeonato regional cibaeño “Pre Centenario”, que se inició en diciembre de 1943 entre los equipos representativos del Ejército Nacional, Moca, San Francisco de Macorís, Villa Tenares, Puerto Plata, e Industrias Bermúdez. Carpato reforzó al equipo de Santiago, dirigido por el lanzador zurdo Francisco del Villar, ( Bebecito ).

Después que nuestro país actuó en las Series Mundiales de Beisbol Amateurs en 1941, 1942 y 1943, con resultados no muy satisfactorio para los miembros de la prensa, Félix Acosta Núñez, corresponsal del rotativo La Nación en San Francisco de Macorís, inicia una especie de cruzada en dicho periódico, y el día dos de junio de 1944 pide que al formalizar la próxima Selección Nacional, se tengan en cuenta a los pinos nuevos Guayubín Olivo, Juan Bautista Ålvarez (Chino), Miguel Payano, Ramón Santos (Pella), y “Vicente Carpato”, entre otros.

En partido entre el Municipal B.B.T. de la ciudad del Jaya y el Ron Escudo de La Vega Real, Acosta Núñez, en La Nación del 13 de julio del 1944, vuelve a referirse a “Vicente Carpato”, quien reforzó al club de Macorís. José N. Chabebe N., miembro de la Sociedad Pro Deportes, le llama “Vicente Escarpato” en La Nación del 17 de julio de 1944. Y Manuel Neftalí Martínez, ( Tafneli ), en su muy leída columna “Desde las Gradas Altas”, al igual que el “As”, también le llama “Vicente Carpato”, en La Nación de la misma fecha. Todos, defendiendo la nueva cosecha de pinos nuevos.

Finalmente, el 15 de agosto de 1944, surge por primera vez el nombre de Vicente Scarpatte, cuando en La Nación se anuncia el equipo “Pinos Nuevos”, que enfrenta una serie contra las “Estrellas Dominicanas, a celebrarse en el estadio 24 de Octubre, frente al balneario de Güibia, en la capital.Scarpatte representó al país en la VII Serie Mundial de Beisbol Amateur, celebrada en Caracas, Venezuela, en 1944. También participó en los V Juegos Centroamericanos en Barranquilla, Colombia, en 1946.

El juego de Scarpatte no se limitó solamente a la capital y a las ciudades cibaeñas, como lo demuestra el hecho de que en diciembre de 1944, actuó en La Romana con los Licoreros del Barceló contra los Azucareros del Papagayo, en un torneo local de dicha ciudad. Con los primeros, además de Scarpatte, participaron, Pedro Nina, Carlitos Daniels y Rafael Santana, y con los segundos, Calford Wells, Julio Echevarría y Brunildo de Soto, entre otros.

Vicente Carpato, Escarpato o Scarpatte, uno de los raros peloteros con clase en nuestro beisbol, se nos fue físicamente para siempre.