Por Rafael V. Peña
Miembro ACD-NY
Miembro ACD-NY
Durante los playoffs de la recién finalizada contienda de las Grandes Ligas, señalamos las malas decisiones de algunos de los árbitros que participaban en los mismos. Nos referimos también al comportamiento civilizado del público presente y al gran respaldo de la oficina del comisionado a las autoridades del diamante.
“Nada de tiradera de objetos al terreno de juego como es el caso en otras latitudes deportivas”, escribimos.
No se tomó mucho tiempo para que un grupito, que se dice ser fanático oriental, se diera a la tarea de realizar la vulgaridad a que nos referimos en el párrafo anterior, en el actual torneo dominicano.
Y decimos un grupito, pues los verdaderos seguidores orientales, siempre se han distinguido por su excelente y decente comportamiento, respaldando incondicionalmente a una organización que en más de cuarenta años no ha podido obsequiarle un merecido gallardete. En ese tenor, podríamos afirmar que los fanáticos verdes son los más fieles del país.
El club con asiento en la Sultana del Este está disfrutando una de sus mejores temporadas en muchos años, y por lo tanto debe mantenerse enfocado hacia logros de mejores objetivos, sin permitir que tal vez infiltrados desvíen al equipo de los propósito de finalmente brindarle un banderín a una fanaticada que tanto lo anhela.
Al mismo tiempo, es lastimoso y vergonzoso ver que peloteros veteranos que en el beisbol de Grandes Ligas sean tan sumisos ante las decisiones de los árbitros, en la pelota criolla se comporten con tanta altanería y arrogancia.
El beisbol se gana en el terreno de juego a base de bateo, pitcheo y fildeo, no con decisión “mala” de un árbitro, que después de todo es un ser humano y por lo tanto no es perfecto, y merece más respeto.
Nuestro gran Tetelo Vargas, ilustre nombre que lleva el estadio de San Pedro de Macorís, se hubiera sentido decepcionado ante el abominable acto del pasado miércoles .
Las Estrellas Orientales, en una oportuna y atinada nota de prensa, piden a sus fanáticos buen comportamiento. Sin embargo, lo importante aquí es la aplicación de la ley.
La regla del beisbol es bien simple. El número 3.18 de la misma, dice: “El team local debe proveer protección policial suficiente para mantener el orden”.
De lo contrario, agregamos, los árbitros se verán justificadamente obligado a aplicar el número 4.15 de dicha regla, para que esta conducta pueril no se convierta en una epidemia en todos los estadios del país y entonces tal vez sea muy tarde para lamentar.
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Juan Samuel, otrora potente bateador y brillante intermedista de los Filis de Filadelfia, vuelve al equipo donde en 1984 impuso el record todavía vigente de más turnos al bate para un novato, 701, en una temporada. Samuel, quien dirigió por 51 partidos a los Orioles de Baltimore la pasada temporada , fue contratado por los Filis como coach de tercera base. En una carrera de 16 años con siete equipos en el Gran Circo, el petromacorisano, quien cumple 50 años de edad el próximo diciembre, terminó su carrera con promedio de bateo de .259 – 161 – 703. Los Azulejos de Toronto fue su último equipo en 1998.
Miembro del Salón de la Fama de Filadelfia, Samuel tiene gran experiencia como coach de tercera, como lo indica el hecho de que estuvo en esa posición durante siete años con los Tigres de Detroit y cuatro con los Orioles.
“Es un gran coach”, dijo Charlie Manuel, dirigente del equipo. “Hemos hecho una gran adquisición”.
Samuel se convierte en el sexto coach dominicano en el Big Show. Mariano Duncan y Manny Mota, con los Dodgers de Los Ángeles, Rafael Belliard, Tigers de Detroit, Alfredo Griffin, Angelinos de Los Ángeles de Anaheim, y Tony Peña, de los Yankees de New York, son los otros.
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Aunque las Águilas Cibaeñas están teniendo uno de sus peores momentos en el actual torneo, lo cierto es que todavía falta mucha pelota por jugar, aunque ciertos sectores del beisbol criollo ya quieren apretar el “botón del pánico” al aguerrido equipo cibaeño. Como dice la canción, hay que esperar un poquito más.
Algo anda mal en una sociedad donde sus propios hijos duden del talento de sus coterráneos. Se imagina usted, que alguien diga que los periodistas criollos no tienen preparación y que por lo tanto deben importarse de otras tierras. O que el presidente de la Liga de Beisbol hay que sustituirlo por un abogado del exterior para dirigir los destinos de la misma? .
Eso es lo que aparentemente está sucediendo en nuestro país hoy en día, pues para un miembro de la prensa deportiva decir que un árbitro dominicano no está capacitado para actuar detrás de la goma, es el colmo del entreguismo y un complejo de inferioridad que raya en lo ridículo. Los jueces importados, los AAA John Tumpane, Cory Blaser y Lance Barrett son talentosos y en cualquier momento pueden ser llamados a las Grandes Ligas. Pero eso no debe ser óbice para restarle calidad y discriminar contra los árbitros dominicanos.
Rafaelbronx4@aol.com
“Nada de tiradera de objetos al terreno de juego como es el caso en otras latitudes deportivas”, escribimos.
No se tomó mucho tiempo para que un grupito, que se dice ser fanático oriental, se diera a la tarea de realizar la vulgaridad a que nos referimos en el párrafo anterior, en el actual torneo dominicano.
Y decimos un grupito, pues los verdaderos seguidores orientales, siempre se han distinguido por su excelente y decente comportamiento, respaldando incondicionalmente a una organización que en más de cuarenta años no ha podido obsequiarle un merecido gallardete. En ese tenor, podríamos afirmar que los fanáticos verdes son los más fieles del país.
El club con asiento en la Sultana del Este está disfrutando una de sus mejores temporadas en muchos años, y por lo tanto debe mantenerse enfocado hacia logros de mejores objetivos, sin permitir que tal vez infiltrados desvíen al equipo de los propósito de finalmente brindarle un banderín a una fanaticada que tanto lo anhela.
Al mismo tiempo, es lastimoso y vergonzoso ver que peloteros veteranos que en el beisbol de Grandes Ligas sean tan sumisos ante las decisiones de los árbitros, en la pelota criolla se comporten con tanta altanería y arrogancia.
El beisbol se gana en el terreno de juego a base de bateo, pitcheo y fildeo, no con decisión “mala” de un árbitro, que después de todo es un ser humano y por lo tanto no es perfecto, y merece más respeto.
Nuestro gran Tetelo Vargas, ilustre nombre que lleva el estadio de San Pedro de Macorís, se hubiera sentido decepcionado ante el abominable acto del pasado miércoles .
Las Estrellas Orientales, en una oportuna y atinada nota de prensa, piden a sus fanáticos buen comportamiento. Sin embargo, lo importante aquí es la aplicación de la ley.
La regla del beisbol es bien simple. El número 3.18 de la misma, dice: “El team local debe proveer protección policial suficiente para mantener el orden”.
De lo contrario, agregamos, los árbitros se verán justificadamente obligado a aplicar el número 4.15 de dicha regla, para que esta conducta pueril no se convierta en una epidemia en todos los estadios del país y entonces tal vez sea muy tarde para lamentar.
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Juan Samuel, otrora potente bateador y brillante intermedista de los Filis de Filadelfia, vuelve al equipo donde en 1984 impuso el record todavía vigente de más turnos al bate para un novato, 701, en una temporada. Samuel, quien dirigió por 51 partidos a los Orioles de Baltimore la pasada temporada , fue contratado por los Filis como coach de tercera base. En una carrera de 16 años con siete equipos en el Gran Circo, el petromacorisano, quien cumple 50 años de edad el próximo diciembre, terminó su carrera con promedio de bateo de .259 – 161 – 703. Los Azulejos de Toronto fue su último equipo en 1998.
Miembro del Salón de la Fama de Filadelfia, Samuel tiene gran experiencia como coach de tercera, como lo indica el hecho de que estuvo en esa posición durante siete años con los Tigres de Detroit y cuatro con los Orioles.
“Es un gran coach”, dijo Charlie Manuel, dirigente del equipo. “Hemos hecho una gran adquisición”.
Samuel se convierte en el sexto coach dominicano en el Big Show. Mariano Duncan y Manny Mota, con los Dodgers de Los Ángeles, Rafael Belliard, Tigers de Detroit, Alfredo Griffin, Angelinos de Los Ángeles de Anaheim, y Tony Peña, de los Yankees de New York, son los otros.
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Aunque las Águilas Cibaeñas están teniendo uno de sus peores momentos en el actual torneo, lo cierto es que todavía falta mucha pelota por jugar, aunque ciertos sectores del beisbol criollo ya quieren apretar el “botón del pánico” al aguerrido equipo cibaeño. Como dice la canción, hay que esperar un poquito más.
Algo anda mal en una sociedad donde sus propios hijos duden del talento de sus coterráneos. Se imagina usted, que alguien diga que los periodistas criollos no tienen preparación y que por lo tanto deben importarse de otras tierras. O que el presidente de la Liga de Beisbol hay que sustituirlo por un abogado del exterior para dirigir los destinos de la misma? .
Eso es lo que aparentemente está sucediendo en nuestro país hoy en día, pues para un miembro de la prensa deportiva decir que un árbitro dominicano no está capacitado para actuar detrás de la goma, es el colmo del entreguismo y un complejo de inferioridad que raya en lo ridículo. Los jueces importados, los AAA John Tumpane, Cory Blaser y Lance Barrett son talentosos y en cualquier momento pueden ser llamados a las Grandes Ligas. Pero eso no debe ser óbice para restarle calidad y discriminar contra los árbitros dominicanos.
Rafaelbronx4@aol.com
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