Wednesday, October 20, 2010

¡La Masacre de Texas!

Por Luciano Rodríguez
Invitado ACD-NY

La masacre de Texas (The Texas Chain Saw Massacre) ha sido considerada como una de las mejores películas de terror de la historia, cualquier parecido con la serie de campeonato de la Liga Americana es pura coincidencia. Sin discusión: Los Rangers de Texas tienen a los Yankees de Nueva York por una sola calle y ahora están sólo una victoria de su primer viaje a la Serie Mundial. Texas, no ha dejado dudas que con sus batazos oportunos y de largo metraje, su picheo abridor, sus relevistas, su defensiva y su corrido de base han masacrados a los actuales campeones. Sin embargo algunas decisiones tomadas por el manager Joe Girardi han dejado mucho que desear.

Los Bombarderos del Bronx están obligados a ganar tres juegos consecutivos, dos de ellos en Arlington, si quieren avanzar al Clásico de Otoño.

Girardi jugo en contra del librito y lo castigaron. Nunca se embaza la carrera de perder intencionalmente. Ganando por una carrera en la alta del sexto, vino la pifia más grande de Girardi. Los Rangers tenían corredor en segunda con dos outs cuando, el dirigente ordenó base por bolas intencional de A. J. Burnett a David Murphy. Primero por ser zurdo, pero era la carrera de la ventaja, para lanzarle al boricua Bengie Molina.

Burnett le sirvió un melón a Molina que sacudió un jonrón de tres carreras en la victoria 10-3 de los Vigilantes para tomar ventaja 3-1 en la serie. Por cierto, a Molina siempre le ha ido bien ante los Mulos en playoffs. En la primera ronda del 2002 jugando con los Angelinos (campeones ese año), tuvo algunos batazos importantes en el triunfo de Anaheim, y en el 2005, también en Serie Divisional, bateó .444 con tres vuelacercas vs. Nueva York.

Sin restar mérito al carro de leña de los Rangers de Texas, los aburguesados Yankees de Nueva York han dejado mucho que desear. En esta serie, primero en las decisiones que ha tomado el manager Joe Girardi y que ya no son la escuadra de poder que estábamos acostumbrados a ver, a pesar de tener una nómina llena de estrellas y experiencia en la postemporada. Ahora para mantener aspiraciones de ir a la Serie Mundial están obligados a ganar tres juegos consecutivos.
La estrategia usada por Girardi ha dejado mucho que desear en todos los aspectos del juego.

Primero, el uso de su rotación de lanzadores que término por desplomarse con la designación Burnett, un pitcher catastrófico en sus últimas 12 aperturas con balance de 1-7 y 6.61, Burnett, estuvo tratando de ridiculizar esas cifras por cinco entradas alentadoras.

El dirigente yankee perdió ese encuentro clave y, muy probablemente, la temporada.
C.J. Wilson abrirá por los Rangers, mientras que el as CC Sabathia tratará de mantener a flote a los campeones vigentes de la Serie Mundial.

OTRAS ESTRATEGIA CUESTIONABLE
Hubo otra estrategia ¡Toque a la bola con el sexto bate! Con el juego empatado a dos carreras, Alex Rodríguez fue golpeado y Cano dio sencillo. Con hombres en primera y segunda, parecía idóneo buscar un toque de sacrificio, Nick Swisher ha estado apagado con el bate, los Yankees solo anotaron una carrera. No ejecutaron el toque a la bola.

Hay que destacar que una jugada defensiva de Andrus cortó otro rally. En contraste, la siguiente entrada la inició Jeter con doblete, y Girardi ordenó el toque a Granderson, cuando en realidad no hay mucha diferencia teniendo un corredor en segunda o en tercera, menos tratándose de un corredor con velocidad como Jeter y mucho menos tratándose de que venía la batería de grueso calibre. Como resultado, Granderson no pudo tocar y aunque terminó recibiendo pasaporte, la entrada no trajo carreras para su equipo.

El bullpen no hizo el trabajo, en el séptimo trajo a David Robertson al montículo, retiró a Andrus con ponche y a Young con línea a primera. Trajo a Boone Logan para lanzarle a Josh Hamilton y saludó a Logan con otro batazo de cuadrangular.

Con tantos errores de manejo, no se puede ganar un partido de postemporada. Ha dirigido como si fuera un juego de la temporada regular. Víctima de sus propias malas decisiones, los Yankees tendrá ahora que ganar tres juegos consecutivos, dos de ellos en la carretera.

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